martes, 9 de julio de 2019

¿CUÁL ES LA COLABORACIÓN DE LOS DOCENTES?

El papel que juega el colegio, sus profesores, en la fobia escolar es también fundamental a la hora de detectarla, pero mucho más aún a la hora de eliminarla. La actitud de los docentes debe ser tolerante y comprensiva a la vez que firme respecto a la importancia de acudir al cole todos los días.

La escuela no debe sobreproteger al alumno con fobia escolar, pero sí facilitarle las cosas en la medida de lo posible, colaborando con los padres y un psicólogo especialista. Especialmente si el problema del niño radica en algún aspecto que provenga del colegio, éste deberá hacerse cargo de abordarlo de forma inmediata con el fin de poder facilitar el bienestar del alumno en su aula.

Por otro lado, es importante que los profesores empleen el refuerzo positivo ante la conducta del niño a venir a clase; esto es, nunca hay que ridiculizarle, sino animarle por haber venido, elogiando sus logros y avances en este terreno de una forma sutil, para que no se sienta distinto a sus compañeros.

CONSEJOS PARA AFRONTAR LA FOBIA ESCOLAR

La actitud de los padres es fundamental a la hora de detectar y abordar un problema de fobia social. Por un lado no se debe permitir que el niño no vaya a la escuela. Sin embargo, una actitud rígida e impositiva al respecto puede sensibilizar aún más al menor. Es por ello que los padres deben mostrar una actitud comprensiva y de aceptación de lo que al niño le ocurre, pero de “no aprobación” de su comportamiento resultante: no ir a clase. Por ejemplo, pueden usar frases como “Me doy cuenta de que lo pasas mal cuando debes ir al colegio y te comprendo, pero tenemos que buscar la forma para ayudarte a que pierdas el miedo”. O “es importante ir al cole y yo estoy dispuesto a ayudarte de la manera en que lo necesites, pero quedándote en casa no lo estoy haciendo”.

Volver a la escuela es la terapia más eficaz pues, como en el resto de las fobias, es muy importante ayudar al niño a enfrentarse a su miedo. A la exposición se pueden añadir otras técnicas como la relajación previa en casa para que el niño vaya menos activado, o la visualización emotiva de imágenes agradables (por ejemplo verbalizar al niño las cosas buenas que puede encontrar cuando vaya a clase, así como la forma de resolver las dificultades que podría encontrar allí con su profesor u otros compañeros). Un psicoterapeuta especializado es quien entrena a los padres en la aplicación de estas técnicas.

Si conocemos el motivo por el cual el niño no quiere ir al colegio es importante hablar de esto con él y transmitirlo en la escuela, para que también lo tengan en cuenta facilitándole el terreno en la medida de lo posible (por ejemplo, si hay un niño que le insulta debemos pedir a su tutora que esté especialmente pendiente de dicho niño y del comportamiento de nuestro hijo).  

De una manera suave, pero firme, los padres deben insistir en el regreso inmediato del niño a la escuela, por lo que deben explicarle que debe volver al día siguiente y así cumplirlo. Después, es recomendable que durante el camino a la escuela se elija un tema de conversación agradable para vuestro hijo, sin evitar la conversación en caso de que el pequeño exprese su malestar, pero manteniendo la postura de que debe ir a la escuela y afrontar sus miedos.

También es importante que los padres ayuden al niño fuera de casa a pasar más tiempo con otros chicos y chicas de su edad y no tanto con ellos. De esta manera, adquirirá las habilidades sociales adecuadas para relacionarse con sus compañeros de clase.

TRATAMIENTO DE LA FOBIA ESCOLAR

1.- Asesoramiento a los padres.- El primer objetivo es conseguir la asistencia a clase lo antes posible. Una vez que la asistencia a clase se ha hecho regular, muchos de los síntomas de ansiedad y depresión desaparecen. Retrasar la reincorporación suele conllevar una complicación en la evolución. Para ello es esencial dar una adecuada orientación y asesoramiento a los padres, para que entiendan el origen del problema y la necesidad de no prolongar el absentismo. A veces los padres esperan que el niño se cure antes de volver, o creen que hay algo en la escuela que provoca la situación y que hay que corregirlo antes. Es útil que ambos padres estén en casa a la hora de ir al colegio, y que le acompañen. A veces, cuando el niño ve que los padres están determinados a que vaya a clase deja de resistirse a ir. Puede ser útil el entrenamiento de los padres para afrontar los síntomas de ansiedad, y en general el asesoramiento en técnicas de modificación de conducta. 

2.- Conseguir la colaboración del paciente.- A veces es complicado al principio, pero es un tema importante, que suele conseguirse con sesiones individuales de asesoramiento con el niño en las que se le pueda ofrecer la posibilidad de decidir algo en cómo hacer el retorno.  

3.- Técnicas de modificación de conducta.- Entrenamiento en relajación, exposición a los estímulos que producen fobia, abordaje cognitivo de pensamientos irracionales, interpretaciones y expectativas erróneas, utilización de técnicas de resolución de problemas, autoinstrucciones y autorrefuerzo. Hay discrepancias entre diversos estudios acerca de la eficacia de estas técnicas frente a métodos de soporte y educacionales.

 4.- Tratamiento farmacológico.- A veces puede ser útil un ansiolítico en las primeras fases de retorno a la escuela. Está indicado cuando no han sido útiles las medidas anteriores (asesoramiento a los padres, psicoterapia y modificación de conducta). Si se utiliza debe ser el menor tiempo posible. No está demostrada la eficacia de los antidepresivos en la fobia escolar. En una revisión de uso de antidepresivos en niños con fobia escolar (Murphy & Wolkind, 1996) se llega a la conclusión de que no está recomendado su uso porque hay otras medidas más seguras. No obstante, se utilizarán antidepresivos en el caso de que haya sintomatología depresiva asociada

lunes, 8 de julio de 2019

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Hay que realizarlo con las siguientes entidades:
  • Absentismo escolar voluntario (“hacer novillos”, “hacer campana”): el niño no presenta síntomas de ansiedad ante la perspectiva de ir al colegio, no quiere quedarse en casa, no se queda sin ir al colegio con el conocimiento de este hecho por parte de los padres. Se asocian con mayor frecuencia rasgos o conductas disociales. El medio socioeconómico tiende a ser más alto en el caso de la fobia escolar, y hay más antecedentes de trastornos de ansiedad. 
  • Otros trastornos de ansiedad: a veces es difícil hacer el diagnóstico diferencial, porque pueden darse de forma simultánea: ƒ En la ansiedad de separación el niño presenta síntomas de ansiedad ante la perspectiva no sólo de ir al colegio, sino también de separarse de la figura de apego en otras circunstancias. Incluso estando en el domicilio trata de no separarse de esa figura. El miedo principal es a que a la figura de apego le ocurra alguna circunstancia desfavorable. El niño se niega a separarse de esa figura y a dormir fuera de casa. La edad de aparición suele ser menor que en la fobia escolar. ƒ En el trastorno de ansiedad generalizada la ansiedad se da de forma menos definida, en cualquier situación. 
  • Otros trastornos psiquiátricos: en ocasiones la negativa a ir al colegio puede ser un primer síntoma de un trastorno como la esquizofrenia. En ese caso habrá que explorar la existencia de síntomas como ideación delirante o trastornos sensoperceptivos; también podría ser el inicio de un trastorno depresivo, en el que predominarían los síntomas depresivos y sería menos evidente la asociación de la ansiedad con el medio escolar.
  • Trastornos graves del aprendizaje o retrasos cognitivos

¿CÓMO SE REALIZA EL DIAGNÓSTICO DE LA FOBIA ESCOLAR?

El diagnóstico se realiza por la clínica, utilizando la entrevista con los padres, la entrevista y valoración del niño usando cuando sea necesario escalas, y la información del colegio. 

 El cuadro típico es el de un niño que presenta ansiedad intensa ante la idea de ir al colegio, que aparece de forma brusca o después de algunas protestas antes de ir al colegio o con algunas ausencias por síntomas somáticos (abdominalgia, cefalea).

 Presenta ansiedad que en ocasiones se acompaña de sintomatología neurovegetativa (náuseas, vómitos, anorexia, palidez), llanto, rechazo ante la idea de acudir al colegio, por lo que trata por todos los medios de evitarlo. En ocasiones es capaz de explicar un motivo para sus temores, pero en otras ocasiones no, y en cualquier caso siempre serían temores desproporcionados. Los síntomas aparecen sobre todo por la mañana antes de ir al colegio, a veces desaparecen si el niño acude a clase, y siempre si se queda en casa, para reaparecer por la tarde. Son más frecuentes estos síntomas el domingo por la tarde y después de un periodo de vacaciones.El niño se queda en casa con el consentimiento de sus padres, que por otra parte parecen preocupados porque el niño acuda a clase. No suele haber rasgos disociales. Resultado de imagen para fobia escolar

 Cuando el niño llega a la consulta del psiquiatra suele llevar ya un tiempo de evolución, puede ser que ya haya existido un periodo de ausencia a clase. Ante las quejas somáticas, y a pesar de que pueda parecer claro el diagnóstico, es necesario hacer un adecuado estudio orgánico con las pruebas complementarias necesarias.

 Debe realizarse una adecuada historia clínica, explorando antecedentes de ansiedad, ansiedad de separación, otros síntomas fóbicos, antecedentes de temor a la escuela. También explorar qué aspectos concretos desencadenan mayor respuesta fóbica, realizar una buena historia evolutiva y valorar los patrones de relación intrafamiliar y los antecedentes familiares de ansiedad y depresión. 

 En la exploración del niño, debe: valorarse el CI para descartar trastornos del aprendizaje, descartar sintomatología psicótica, y valorar la existencia de otros temores fóbicos.

CAUSAS DE LA FOBIA ESCOLAR

La fobia escolar es un trastorno con múltiples causas. A continuación se detallan por orden de frecuencia los principales motivos que pueden dar lugar a que tu hijo tenga pánico a ir a la escuela:

  • Mala experiencia directa en el ámbito escolar: una de las causas clave de la fobia escolar es una mala relación del niño con un profesor o con algunos compañeros, debida a experiencias en las que el pequeño ha manifestado unos niveles elevados niveles de malestar, que intenta evitar no acudiendo al colegio.
  • Mala experiencia observada o contada por otras personas: la transmisión de información o la observación son otro medio de adquisición de fobias. No es necesario que el niño haya tenido una mala vivencia, basta con que la haya observado en otro compañero o se la hayan contado otros amigos o incluso en medios de comunicación. Por ejemplo, que un niño se haya metido con otro, le hayan amenazado o una conducta agresiva por parte del profesor a otro alumno.
  • Refuerzo por parte de la familia: esta causa interviene fundamentalmente en el mantenimiento de la fobia escolar. Aparece cuando al niño se le presta más atención en los momentos que muestra miedo o se queda en casa que cuando no lo hace. De esta manera, el mantenimiento de la fobia le permite obtener ganancias.
  • Rasgos de personalidad del niño: déficit de habilidades sociales, timidez, tendencia al aislamiento, etcétera. 

  • La aparición de la fobia escolar se asocia a factores precipitantes de carácter psicosocial. Algunos de ellos se relacionan directamente con la vida académica, como los cambios de domicilio y de escuela, el fracaso académico, el hecho de repetir curso, la falta de habilidades sociales, la fobia social y el abuso escolar, conocido habitualmente como bullying.

    Sin embargo este miedo también aparece con frecuencia en niñas y niños que han perdido recientemente a un ser querido, que se han visto afectados por la separación de sus padres o que han sufrido una enfermedad que les ha hecho ausentarse del colegio durante un tiempo.

    Desde la perspectiva del condicionamiento operante podemos afirmar que la conducta de los padres tiene una gran relevancia en el desarrollo de la fobia escolar: permitir que el niño se quede en casa actúa como reforzador de su miedo a ir al colegio. En este sentido, la sobreprotección y la ansiedad paternas son consideradas variables muy importantes.

    Un factor que también tiene un peso importante en la fobia escolar es el hecho de que los niños tienden a preferir quedarse en casa que ir al colegio. En muchos casos este trastorno se puede asociar con periodos en que el nivel de exigencia académica aumenta, como en épocas de exámenes o de presentaciones orales de trabajos.

¿FOBIA ESCOLAR, RECHAZO A IR A LA ESCUELA U OTROS PROBLEMAS?

Es importante llevar a cabo una adecuado diagnóstico diferencial de la fobia escolar con el fin de no confundirla con otros problemas emocionales y conductuales con los que puede compartir algunas manifestaciones en común:
  • Trastorno por ansiedad de separación: el miedo aparece no sólo ante la situación de ir al colegio, sino ante cualquier circunstancia que implique separarse de las figuras de apego. Suele aparecer antes que la fobia escolar.
  • Absentismo escolar: el niño con absentismo escolar no se queda en casa con el consentimiento de los padres. Este problema conductual suele asociarse con otras conductas disociales como robar, mentir, etcétera.
  • Fobia social: puede encontrarse en la base de la ansiedad o el miedo de ir a la escuela, pero el malestar de la fobia social va más allá que el mero hecho de ir al cole, puesto que el niño lo pasa mal en cualquier circunstancia social fuera y dentro del colegio.
  • Depresión infantil: el niño deprimido no sólo pierde el interés por la escuela, sino también por actividades fuera de ésta (actividades familiares, jugar con amigos, etcétera).
  • Otros trastornos psiquiátricos graves: a diferencia de en la fobia escolar, los niños con trastornos mentales graves presentan alucinaciones o delirios
    .

¿CUÁLES SON LOS SIGNOS Y SÍNTOMAS DE DETECCIÓN?

Las fobias específicas se caracterizan fundamentalmente por la aparición de sensaciones de ansiedad intensa ante la presencia o la anticipación de aquello que se teme (el estímulo fóbico), así como por las conductas de evitación que se derivan de este miedo.

El miedo a la escuela se manifiesta en reacciones como llantos, gritos y quejas, así como en conductas negativistas de rechazo a obedecer a los padres. La irritabilidad y las explosiones de ira también son formas de expresión del temor comunes en niños pequeños, menos conscientes de sus propias emociones que la mayoría de personas adultas.

El estado de ánimo tiende a ser bajo, con síntomas de tipo depresivo como la apatía y la tristeza. Como la ansiedad, el ánimo depresivo distingue a esta fobia de otras causas de ausentismo escolar. También tiende a existir una importante dependencia de uno de los padres o de ambos, y estos son con frecuencia personas con predisposición a la ansiedad.

Es habitual que se produzcan reacciones somáticas como consecuencia de la ansiedad; entre estas destacan el dolor de cabeza y los síntomas gastrointestinales, como náuseas, vómitos, diarrea y dolor de estómago. El malestar físico y cognitivo también puede propiciar enuresis y problemas para comer o para conciliar y mantener el sueño.

DIVISIÓN DE LOS SÍNTOMAS POR ÁREAS

Síntomas fisiológicos: sudoración de las manos y el cuerpo, tensión muscular elevada, vómitos, diarrea, alteraciones en la alimentación y en los hábitos de sueño.
- Síntomas cognitivos: temor a todo lo relacionado con estar en el colegio sin poder especificar a qué episodio en concreto. Lo llamativo es que el temor desaparece cuando vuelve del colegio y, reaparece al día siguiente, cuando debe partir hacia él.
- Síntomas en el comportamiento: conducta negativa. Monta un escándalo, si se le obliga a vestirse o a desayunar. Grita, llora y, cuando debe permanecer en clase, su conducta es muy perturbadora.


Tips para la fobia escolar